Se cumplen 13 años de la Masacre Avellaneda

El 26 de junio de 2002 las fuerzas de seguridad reprimieron brutalmente y asesinaron a Darío Santillán de 22 años y Maximiliano Kosteki de 21 años. Ocho policías fueron condenados, sin embargo el Frente Darío Santillán continúa luchando para condenar a los responsables políticos.

Desde ayer y durante todo el día de hoy la estación de tren Darío SantillánMaximiliano Kosteki (ex estación Avellaneda) y el Puente Pueyrredón alberga a organizaciones sociales y militantes en el marco de los 13 años de la Masacre de Avellaneda.

Ayer a las 15 comenzó una vigilia organizada por el Frente Darío Santillán que contó con actividades artísticas, un panel de debate y la transmisión en vivo de la radio abierta de la Red Nacional de Medios Alternativos.

En enero de 2002 el gobierno de Senado de la Nación aprobó la ley que ordenaba al devaluación del peso argentino, lo que produjo que la moneda pierda el 75% de su valor. Según el Sistema de Información, Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales (SIEMPRO), dependiente de la Presidencia de la Nación, en mayo de 2002 el 51,4% de la población, 18,2 millones de personas, se encontraban por debajo de la línea de pobreza y la cantidad de indigentes aumentó en los primeros cinco meses de ese año un 42,5 %.

En este contexto diferentes organizaciones sociales organizaron una manifestación masiva para reclamar el aumento general del salario, una duplicación de 150 a 300 pesos en el monto de los subsidios para los desocupados, más alimentos para los comedores populares y solidaridad con la fábrica ceramista Zanón, ante el peligro de ser desalojada.

La Policía Federal, bonarense, Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina acudieron al Puente Pueyrredon para evitar el ingreso de los piqueteros a la Ciudad de Buenos Aires. El MTD intentó cortar el Puente Pueyrredón pero la Policía de la Provincia de Buenos Aires lo evito al reprimir brutalmente.

Santillán y Kosteki, agrupados en la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, se encontraban en el desalojo realizado por la policía bonaerense que causó 13 heridos. En la estación de Avellaneda, Kosteki fue baleado en el pecho por lo que Santillán volvió para socorrerlo. La policía los cercó y le disparó a Santillán. Ambos murieron antes de llegar al Hospital Fiorito.

Días antes del corte masivo, el secretario de Seguridad Interior del presidente Eduardo Duhalde, Juan José Álvarez, indicó en declaraciones al diario Clarín que “si se cortan todos los accesos al mismo tiempo será tomado por el Gobierno como una acción bélica”. El excomisario Alfredo Franchiotti fue el encargado del operativo que dejó dos muertos, 90 heridos, más de 30 de ellos con balas de plomo y 150 personas detenidas.

En el juicio que se inició en 2005 se condenaron a Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta a cadena perpetua por doble homicidio y siete tentativas de homicidio. Se condenó también a los oficiales: Félix Vega, Carlos Quevedo, Mario De la Fuente, Gastón Sierra, Lorenzo Colman y al expolicía Celestino Robledo.

El año pasado la justicia desarchivó la causa por “las responsabilidades políticas” de los asesinatos de Kosteki y Santillán. El Frente Darío Santillán impulso esta causa y piden “juicio y castigo a los responsables políticos” como Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Juan José Álvarez, Alfredo Atanasoff y Jorge Matzkin, e informaron que la decisión del juez Ariel Lijo.

Alberto Santillán, padre de Darío, habló hoy con la radio La Once Diez e hizo referencia a la responsabilidad del precandidato a Gobernador bonaeresense del Frente para la Victoria, Aníbal Fernández, y al escrache realizado hoy en la puerta de la Casa Rosada. “Este escrache, a comparación de lo que ellos hicieron en la Masacre, es lo más livianito que se puede hacer”, describió Santillán.

“El escrache hace falta, no hay que dejar de señalar la responsabilidad de Aníbal Fernández en ese momento, porque era secretario de Gobierno de (Eduardo) Duhalde. Es una caricia al lado de todo lo que ellos hicieron”, concluyó el padre del militante asesinado.