Movimiento de Indignados dio paso clave para institucionalizarse como partido

Bajo el nombre “Podemos”, los indignados españoles eligieron a su secretario General que será el politólogo Pablo Iglesias. Así se dejaron sentadas lasbases de un partido político que a aspira a desbancar al conservador Partido Popular (PP).

iglesias podemos

Pablo Iglesias, el primer Secretario General de Podemos, tiene 36 años y es el líder indiscutido de esta partido que en menos de un año de su creación se transformó en una “amenaza” tanto para los socialistas como para el derechista PP. El pasado sábado Iglesias se convirtió oficialmente en el máximop dirigente de la formación, legitimado por una abrumadora mayoría de la base.
El proceso se llevó a cabo por Internet, Iglesias recibió el apoyo de casi el 97 por ciento de los votantes, 95.311 sufragios de los 107.488 que se emitieron. El segundo candidato más votados de los 60 restantes no llegó a ni a los 1.000.

El proceso constitutivo de Podemos duró varias semanas y no estuvo ausente de polémicas, puesto que los votantes sólo podían apoyar candidaturas con listas cerradas para la elección de los 62 integrantes del Consejo Ciudadano (comité político) y la los 10 de la comisión de garantías (que dirime los conflictos internos).

Y la opción «Claro que Podemos-Equipo de Pablo Iglesias», cosechó la mayoría de los votos. Todos los documentos que presentó este equipo, referentes a la organización, estrategia y principios éticos y políticos del partido, también recibieron un respaldo de las bases.

De esta forma, Iglesias no sólo obtuvo el apoyo inequívoco de los simpatizantes de Podemos sino que se garantizó una cúpula de máxima confianza, en la que ocupan un lugar destacado los otros integrantes más o menos conocidos de la fuerza política, como Ínigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa, Luis Alegre y la eurodiputadas Tania González.

Ahora, cuenta con el «aparato» para comenzar a diseñar la estrategia para hacerse con el poder.

El siguiente paso de Podemos es dotarse de estructuras organizativas a nivel municipal y autonómico-regional-, un proceso que durará al menos hasta febrero. Según se explicó, Podemos tiene previsto acudir a las elecciones autonómicas de mayo de 2015 bajo sus propias siglas pero no utilizaría su nombre en las municipales, permitiendo a sus simpatizantes unirse a otras candidaturas locales.

Quizás esta sea la paradoja de Podemos, su fuerte y a la vez su debilidad.

A diferencia de lo que se podría pensar de una formación que surgió de un movimiento social que rechazaba liderazgos y que apostaba por la democratización y la organización horizontal, el partido de Iglesias obtuvo su primera gran victoria en los comicios europeos, es decir, a una escala supranacional, y antes de pasar por un proceso de elección interna.

A sólo tres meses de inscribirse como partido político, Podemos irrumpió como cuarta fuerza política en España al conseguir 1,2 millones de votos y cinco eurodiputados en las elecciones al Parlamento europeo del pasado 25 de mayo.

Desde entonces, no paró de crecer. El último sondeo del prestigioso Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, estatal) situó al partido como tercera fuerza detrás del Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez, y el PP del presidente del gobierno, Mariano Rajoy.

No obstante, este joven politólogo de pelo largo y aspecto desalineado tiene claro que para llegar a donde quiere, hace falta algo más que un discurso inteligente y pensado para capitalizar el hartazgo de los españoles indignados con la corrupción y la crisis económica y política de España de los últimos siete años.

«La política tiene sus reglas. A nuestros adversarios les encantaría que no fuéramos eficaces. Los que nos han atacado estaban muy preocupados cuando vieron que nos íbamos a dotar de una forma organizativa, eficaz y democrática», dijo hoy Iglesias al referirse al proceso constitutivo de Podemos en entrevista con la emisora Cadena Ser.

Iglesias aseguró que «Lo antes posible» tendrán un programa porque «buena falta nos hace». De hecho, reconoció que sin programa concreto, las entrevistas y ponerse delante de los micrófonos es cada vez más difícil. Actualmente, indicó que Podemos está trabajando en una «batería de propuestas económicas» para dar respuesta a «problemas urgentes».

Entre los varios temas sobre los que se pronunció el nuevo referente de la «izquierda alternativa» estuvo Cataluña, enfrentada con Madrid por sus aspiraciones de celebrar un referéndum independentista vinculante, algo que Rajoy rechaza.

Iglesias sostuvo que el problema del separatismos se discute «en un proceso Constituyente». También desmintió uno de los «mitos» que rodean a Podemos, y dejó claro que en caso de llegar al poder no expropiarán las viviendas vacías de trabajadores sino de las «entidades financieras» que los utilizan para especular.

La «fórmula» del ascenso de Podemos la reveló el propio Iglesias hace meses cuando afirmó: «No soporto perder, y hace unos años nos hemos dedicado en pensar cómo podemos ganar. La Tuerka (programa televisivo que ideó con sus compañeros de Podemos) fue pensado para ver cómo podemos ganar utilizando el principal medio de sociabilización política en sociedades en que (la izquierda) hemos sido totalmente derrotados».

«Mi presencia en los medios de masas, lo que digo y cómo lo digo, son muchísimas horas de trabajo pensando cómo movernos en un terreno hostil», subrayó el líder de Podemos, quien se pasea por los principales programas de TV de España, excepto la TVE (pública).

Uno de los fuertes de Podemos, y que lo hace cada vez más grande, es la reacción que ha generado en sus oponentes, tanto el PSOE como el PP, quienes se centran en desprestigiar a Iglesias.

Pero parece que cada vez que acusan a Iglesias de «populista» o de colaborar con ETA, Iglesias gana nuevos votos.