El senador de Unión por la Patria señaló que la Constitución Nacional exige el tratamiento inmediato de cualquier DNU.
El senador nacional de Unión por la Patria por la Ciudad de Buenos Aires, Mariano Recalde, afirmó que «lo que define la agenda no es el kirchnerismo, si no la ley”.
«Está equivocada la presidenta del Senado (Villarruel). La Constitución Nacional y la ley obligan a tratar inmediatamente cualquier DNU que promulgue el Poder Ejecutivo», señaló.
El legislador le respondió a la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien este jueves sostuvo que el kirchnerismo “no maneja más la agenda política” de la Cámara alta, al rechazar el pedido del interbloque de senadores del Frente de Todos (FdT) para convocar a una sesión especial que trate el DNU 70/2023 firmado por el presidente Javier Milei el pasado 20 de diciembre.
Al respecto, Recalde ratificó que los legisladores de su bancada van «a seguir insistiendo «para que el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 sea tratado en la Cámara Alta «lo más rápido posible».
El dirigente explicó que «Villarruel tiene la obligación de convocar a una sesión y ponerle fecha y hora. ”Es lo dice el reglamento y es obligatorio. Vamos a seguir insistiendo. Queremos tratar el DNU lo más rápido posible, fundamentalmente porque es un mamarracho. Es una norma que está causando estragos y destruyendo la vida de millones de argentinos», aseveró.
El legislador indicó que Villarruel «omite que para cualquier ley» existe la posibilidad de llamar a una sesión «con un pedido hecho con la firma de cinco senadores» como ocurrió en este caso.
Recalde aseguró que «la vicepresidenta cerró con llave el Senado y no deja que los senadores elegidos por el pueblo cumplan su función». Además, recordó que Villarruel «admira a criminales que mataban y secuestraban y se caracterizaban por gobernar con el Congreso cerrado».
Por otro lado, sostuvo que este jueves durante el tratamiento de la Ley Bases hubo «una represión totalmente injustificada y desubicada» por parte de las fuerzas de seguridad.
«Había relativamente poca gente arriba de la vereda. No había ninguna razón más que montar un show mediático o mandar una señal no sé a quién para pasar con las motos y la Gendarmería pegando palos, balas de goma y gases», sentenció.
