El Presidente afirmó que evalúan esa alternativa para frenar las subas de precios en el mercado local.
En tanto, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Buryaile, advirtió que podría apelar a las compras externas para dominar los precios de la carne, que en los últimos dos meses subieron entre un 30 y un 40 por ciento.
Aunque la inflación en Argentina es parte indivisible de la historia, es cierto que después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, desde la última semana de octubre, los precios comenzaron a acelerarse. Dicha aceleración se vio relacionada con las chances del triunfo de Macri, quien había prometido la eliminación inmediata de las restricciones al dólar, que suponía una brusca suba del dólar.
Más adelante, el 5 de noviembre el ahora ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, dijo explícitamente que el dólar iba a subir. Eso se sumó a las promesas de eliminación de retenciones a las exportaciones del agro y de los distintos controles para asegurar el abastecimiento en el mercado local. Como resultado, en noviembre la inflación llegó al máximo en el año y siguió esa tendencia durante las primeras semanas de diciembre. Según la entidad Consumidores Libres, que dirige Héctor Polino, en la primera quincena de diciembre la inflación en alimentos fue de 3,6 por ciento.
Como señal adicional, el Gobierno eliminó los sistemas de información que utilizaba la Secretaría de Comercio para obtener datos de precios, producción y rentabilidad de parte de las empresas.Macri fue consultado ayer en conferencia de prensa sobre las medidas que el Gobierno planea tomar en relación a la suba de los precios. “Estamos conversando con las empresas, creando espacios de trabajo. Es verdad que dijimos que en este gobierno no hay ningún Guillermo Moreno, pero si no hay acompañamiento vamos a abrir la importación para que corrija los precios”, respondió el mandatario.
Buryaile fue un poco más específico. “Luego del triunfo de Cambiemos empezó a haber una percepción de que se iba a recuperar el mercado internacional, que demanda cabezas de alrededor de 100 kilogramos más de peso que las que se consumen en el mercado interno. Entonces el productor decidió agregarle esos kilos, lo que produjo una retracción de la oferta en la plaza local y como consecuencia subieron los precios. Nosotros vamos a combatir eso y si es necesario vamos a importar carne para que baje el precio”, señaló el ministro. En los últimos dos meses, el kilo de carne picada subió de 59 a 79 pesos (34 por ciento), el kilo de bife de chorizo, de 95 a 120 pesos (26,3 por ciento) y el kilo de lomo, de 110 a 155 pesos (41 por ciento).
