A pesar de la fuerte inflación, el aumento de la pobreza y la indigencia, la pérdida de poder adquisitivo, la caída de la industria y el PBI, el rojo comercial y el elevado Riesgo País, el presidente Mauricio Macri habló desde sus extensas vacaciones en el sur patagónico y «en 2018 la sociedad argentina creció mucho más que en años anteriores» porque entendió que «de 70 años de fiesta no se sale en 3».
En entrevistas radiales con emisoras de Neuquén y Córdoba, el mandtario consideró que «en 2018 la sociedad ha crecido mucho más que en años anteriores», porque comenzó a aceptar realidades que negaba. «Aún queríamos creer que se puede vivir eternamente gastando más de lo que uno tiene o gratis y eso es mentira», sostuvo.
Consultado sobre un balance de lo que fue tercer año de gestión, el jefe de Estado se diferenció del promedio de 1 que le pusieron economistas en diálogo con Política Argentina evitó ponerse una nota. «Después de todas las cosas que vivimos estos años, he decidido no hacer calificaciones sino trabajar incansablemente para que un argentino más tenga una oportunidad”, se excusó desde sus vacaciones en Villa La Angostura.
Decidido a no hacerse cargo de ninguna de las decisiones políticas y económicas de la administración Cambiemos y más concentrado en iniciar la campaña electoral para intentar continuar en su cargo pos 2019, Macri volvió a explicar la deteriorada economía e índices sociales a partir de la «pesada herencia» del kirchnerismo y en las «cosas» que pasaron en el mundo y el clima.
«Veníamos bien, veníamos creciendo hasta abril y nos fuimos de vuelta para atrás», contestó el Presidente sobre la actualidad económica. Las razones, según el mandatario, fueron dos: la sequía, la «peor en 50 años», y la batalla comercial entre Estados Unidos y China, que «cortó el crédito y desfinanció a los mercados emergentes entre los que está la Argentina».
En esa línea, agregó: «Heredamos un país con una economía muy desequilibrada, sin energía, gastando mucho más de lo que se tiene”. En ese punto, ratificó el ajuste a partir de destacar «la importancia» de que los tres niveles del estado bajen el gasto y alcancen el equilibrio fiscal.
“Nunca más nos tiene que pasar algo como los cuadernos y esas situaciones”, reiteró Macri, para insistir en enfatizar su interés electoral en plena crisis y polarizar con el kirchnerismo.
Y agregó: «Fue un año muy duro el que vivimos, muy duro. Con las tormentas, como las llamé, que vinieron una tras otra, no paraban más. Pero a la vez, tal vez, haya sido uno de los años en los que más crecimos porque aprendimos y entendimos que 70 de fiesta, sobre todo en los últimos 15 años, no se sale en tres años».
«La Argentina va a volver a crecer y lentamente va a bajar la inflación», finalizó el mandatario, en un nuevo pronóstico a pesar de que desde su primer presupuesto, en 2016, hasta el año pasado, todas las proyecciones y vaticinios económicos del Gobierno fueron errados.
