Hong Kong se cubrió de velas encendidas para recordar la masacre de la plaza Tiananmen

Miles de personas recordaron un nuevo aniversario de la llamada masacre de la plaza Tiananmen de Beijing, episodio cuyo punto álgido tuvo lugar el 4 de junio de 1989, en que las autoridades chinas reprimieron con dureza a manifestantes estudiantiles que exigían una apertura democrática.

La convocatoria, organizada por la Alianza de Hong Kong en Apoyo de los Movimientos Democráticos Patrióticos en China, sirvió de plataforma para que en la jornada se recrearan las históricas protestas democráticas del año pasado.

Un punto clave, en ese sentido, fue la crítica al marco restrictivo para la implantación del sufragio universal que Beijing pretende imponer en Hong Kong.

La movilización, que encendió el parque Victoria de la isla de Hong Kong con miles de velas para recordar a los centenares de muertos en la también conocida como Plaza de la Revolución, fue aprovechada por líderes estudiantiles para levantar sus reivindicaciones democráticas, haciendo un paralelo con los hechos recordados.

Básicamente, exigieron una enmienda a la Ley Fundamental de Hong Kong -el equivalente a su Constitución-, para poder instaurar un sistema democrático sin restricciones para la ex colonia británica.

En este sentido, el Parlamento votará el próximo 17 de este mes la polémica reforma electoral que originó la «revolución de los paraguas» que tuvo lugar entre septiembre y diciembre del pasado año, lo que se considera como la última prueba de fuego para las relaciones del gobierno local y el de China.

El pensamiento del localismo ha ido ganando terreno entre los más jóvenes a la par que un creciente sentimiento anti chino ha ido extendiéndose en los últimos años.

«Hoy estamos aquí para pedir que no se olvide el pasado, pero también para recordar que el futuro de nuestra ciudad debe de estar en nuestras manos y no en la de quienes hace 26 años trataron de hacernos callar», puntualizó el estudiante Oscar Lai a la agencia de noticias EFE.

Las protestas de la Plaza Tiananmen, que se prolongaron durante un mes y medio, unieron a intelectuales que creían que el gobierno del Partido Comunista era demasiado represivo y corrupto, hasta trabajadores de la ciudad que creían que las reformas de carácter capitalista habían llegado demasiado lejos.

El gobierno chino reaccionó enviando tanques y la infantería del ejército a Tiananmen para disolver la protesta, represión que provocó la muerte de no menos de 600 manifestantes.

En uno de los últimos días de estas protestas fue tomada la foto ganadora del World Press Photo de 1989, en la cual se muestra a un joven opositor enfrentando a una columna de tanques, apodado el hombre del tanque.