El Gobierno de Mauricio Macri tiene dos misiones en Estados Unidos: la más difícil es acordar los nuevos términos del préstamo del Fondo Monetario Internacional para contener la corrida bancaria y cerrar los números para llegar a 2019. La segunda es la presentación de la reforma del Código Penal ante los principales miembros de la administración de Donald Trump.
El juez Mariano Borinsky ya se reunió con abogados, analistas y funcionarios del Departamento de Estado y el Departamento de Justicia de la Casa Blanca para definir detalles y observar las propuestas argentinas al cambio de una ley nacional.
Este martes tendrá la presentación oficial en el Wilson Center donde los anuncios del equipo argentino estarán puestos en los puntos que los funcionarios estadounidenses tuvieron se mostraron «muy interesados». Pusieron el foco en las modificaciones que el proyecto hace sobre delitos globales como terrorismo, narcotráfico y corrupción.
«El Presidente dijo que quiere enviarlo después de la aprobación del presupuesto. El Código ya está terminado. La Comisión ya hizo su trabajo. Hoy es solo un tema de agenda política»,precisó Borinsky al diario La Nación y aseguró que las reuniones bilaterales buscan estrechar «la cooperación en seguridad» entre ambos países.
Por último el presidente de la comisión encargada de llevar el nuevo código sostuvo que «no es ideológico» y lo definió como «pragmático, plural y federal». «Todo el arco político está de acuerdo en que el Código Penal debe ser modificado», concluyó.
