Iniciaron una cumbre comunitaria en la que buscarán consensuar una respuesta a largo plazo frente a la crisis de refugiados, reforzar las fronteras exteriores, mejorar la política de repatriación y estrechar la cooperación en estos temas con países como Turquía.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, señaló a la prensa que «no habrá un resultado definitivo» en esta cita pero sí confió en que «todos los Estados miembros cumplan sus compromisos financieros y de recursos humanos», el personal que habrá en los centros de identificación y registro de los refugiados, tal y como pide Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex).
El presidente de Francia, François Hollande, por su parte, explicó que el objetivo es ayudar a países de fuera de la UE como Turquía, Líbano y Jordania, que acogen a muchos refugiados sirios, porque «si no, sabemos muy bien que lo que puede producirse son movimientos de salida de esos países hacia las costas europeas».
En ésta, la cuarta cumbre dedicada a la llegada de demandantes de asilo, los líderes comunitarios tienen previsto pedir a los gobiernos nacionales que aún no lo han hecho que concreten sus contribuciones financieras para las organizaciones de apoyo a los refugiados y a los fondos europeos de ayuda a Siria y África.
Este pedido se producirá después de que la Comisión Europea (CE) señalara ayer su preocupación porque las contribuciones anunciadas por los países hasta ahora están «muy por debajo de las expectativas», según informó la agencia de noticias EFE.
Alemania, España y Luxemburgo son los países que hasta ahora ya adelantaron a cuánto ascenderá su aportación al fondo fiduciario para África: 3 millones de euros (3,4 millones de dólares) cada uno.
Los Veintiocho también harán hincapié en la necesidad de reforzar la cooperación con países terceros como Turquía, con quien la UE negocia un plan de acción conjunto de respuesta a la crisis, según indicaron portavoces comunitarios.
La aplicación de este plan irá acompañada -insistirán los Veintiocho- de un «compromiso político y financiero sustancial» por parte de la UE y abrirá la puerta a la facilitación de visados en el futuro, una reclamación de Ankara a cambio de contener los flujos de refugiados hacia territorio comunitario.
También la cumbre permitirá abordar la cooperación con países de tránsito del Mediterráneo oriental y los Balcanes occidentales y de origen de África y pondrá especial atención en la mejora de las repatriaciones de refugiados irregulares sin derecho a asilo.
El refuerzo de las fronteras externas de la UE estará incorporada con carácter de prioridad en la agenda, que buscará abordar el fortalecimiento de la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores, con vistas a crear a largo plazo un cuerpo de policía fronteriza y costera que apoye a los países más presionados por los flujos migratorios.
Durante la cena de trabajo, los mandatarios europeos se centrarán en la dimensión externa de la crisis de refugiados y decidirán si incluyen en su declaración una frase, que podrían no respaldar todas las delegaciones, en la que expresan su «preocupación por los ataques rusos sobre la oposición siria y los civiles y por el riesgo de una mayor escalada militar» en el país, según los portavoces.
Parte de la reunión estará dedicada también a las negociaciones técnicas entre la UE y el Reino Unido ante el referéndum de pertenencia al club comunitario que celebrará este país, aunque no se esperan avances sustanciales hasta la cumbre de diciembre.
