La periodista húngara Petra Laszlo reconoce que pateó refugiados, pero no pide perdón

La reportera húngara que pateó e hizo zancadillas a refugiados sirios que llegaban al país desde Serbia reconoció hoy su acción, pero no quiso brindar explicaciones ni disculpare, informó hoy el medio para el que trabajaba.

Petra Laszlo, periodista de la cadena de televisión N1, cercana al partido de extrema derecha Jobbik, realizó ayer una zancadilla a un hombre que corría con su hijo en brazos en su huida de un control policial en Roszke, tras pasar allí la noche en condiciones precarias.

En otras de las imágenes que se viralizaron en las redes sociales se la ve pateando a varios refugiados, incluida una niña.

El canal privado húngaro N1 despidió a la periodista y aseguró que ésta «reconoció su acción, aunque no pudo dar explicaciones» sobre su comportamiento.

Según el portal informativo Hvg, la reportera desconectó su teléfono celular y es imposible dar con ella.
En la red social Facebook se abrió la página «Muro de la vergüenza Petra Laszlo», que cuenta ya con más de 15.000 «me gusta».

En ella se recopilan las notas publicadas sobre el caso en el mundo, desde Estados Unidos hasta Japón y los países árabes, en las que los usuarios critican el comportamiento de la reportera.

Algunas opiniones tachan el caso en húngaro, inglés, árabe y portugués, entre otros idiomas, como una vergüenza y afirman que la periodista representa lo peor de la humanidad.

En tanto, la formación de izquierda Coalición Democrática, del ex primer ministro socialdemócrata Ferenc Gyurcsany, y el partido Egyutt-PM anunciaron hoy que denunciarán a la reportera por agredir a los refugiados.

Mientras que el Comité Helsinki por los derechos humanos señaló que, como la periodista pateó a varias personas, podría enfrentarse a una pena de cárcel de entre 1 y 7 años, ya que los hechos están agravados porque la violencia fue dirigida contra miembros de un colectivo, consignó la agencia de noticias EFE.

En el punto de reunión de Roszke, en días anteriores se produjeron intentos de fuga y protestas por parte de los refugiados, quienes se quejan de que deben esperar mucho tiempo allí y pasar incluso noches a la intemperie.
Este punto es a donde llegan primero los refugiados que cruzan la frontera y donde tienen que esperar, antes de ser trasladados a los centros de registro.