El mandatario de Salta señaló que el comunicado de la cancillería boliviana fue «cómico».
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, respaldó el llamado a licitación para construir un «alambrado perimetral», en la frontera con Bolivia. Además, cruzó al presidente boliviano Luis Arce, por sus reclamos.
Según la cancillería boliviana, «cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos».
El alambrado se va a instalar dentro del murallón preventivo que se usa cuando crece el río Bermejo. La idea es construir una valla de unos 200 metros de largo.
«Es un alambrado que busca encauzar la llegada y la salida de aquellos que cruzan la frontera. Este alambrado lo que busca únicamente es que aquellas personas que llegan a la terminal de ómnibus en Aguas Blancas vayan por ese lugar hasta llegar a Migraciones», explicó Sáenz,en diálogo con LN+.
El mandatario salteño señaló que el comunicado de la cancillería boliviana fue «cómico». «Nosotros podemos explicar en tanto y en cuanto estemos invadiendo su frontera o el país, pero no se está haciendo eso. Este alambrado solo está ocupando el tejido municipal de Aguas Blancas. No tenemos por qué dar explicaciones sobre este tema», apuntó.
A su vez, precisó: «La frontera son 740 kilómetros. Estamos hablando de dos cuadras y media dentro de nuestra casa. No tenemos por qué explicarle a Bolivia lo que estamos haciendo. Se anticiparon o pensaron que teníamos otra intención. La única intención es saber quién entra y quién se va, y que pasen por los lugares que corresponden».
Sáenz afirmó que Bolivia está «un poco enojada» porque su administración está llevando a cabo «medidas que antes no se tomaban».
En ese sentido, remarcó: «Empezamos con eliminar la salud pública gratuita para los extranjeros, que se había transformado en una situación bastante
compleja. Argentina es un país generoso. Atendíamos a los extranjeros, daban turnos programados y no teníamos turnos para los salteños. Tomamos esta decisión hace 11 meses: si se quieren atender en Argentina, tienen que pagar, como pagamos nosotros en cualquier lugar del mundo. La salud no es gratuita y no hay reciprocidad».
«No hay nada en contra de los países vecinos. Lo que estamos buscando es eficientizar los recursos y ser justos con los nuestros», sentenció el gobernador.