María Eugenia Vidal enviará en las próximas horas al Senado el proyecto de Presupuesto 2019. La iniciativa prevé gastos por 850 mil millones de pesos y un endeudamiento cercano a los 100 mil millones de pesos.
La Gobernadora también girará a la Cámara Alta la ley impositiva, que contempla un aumento de casi 40 por ciento en el impuesto inmobiliario tanto urbano como rural, según trascendió de fuentes oficiales.
Vidal necesita del apoyo de los bloques opositores para aprobar las iniciativas. En busca de ese objetivo, la semana pasada se reunió con Sergio Massa para tejer un acuerdo legislativo.
El diputado nacional Felipe Solá, que días atrás dejó el Frente Renovador para formar el bloque «Red x Argentina», acusó a Massa de pactar con Vidal para votar el endeudamiento a cambio de que se incluya en la negociación el proyecto para desdoblar las elecciones municipales de las provinciales y las nacionales.
Para Solá, se trata de una estrategia del ex intendente de Tigre para «desligar a los intendentes más fuertes del Conurbano» del candidato que competirá por Unidad Ciudadana, el espacio opositor con mayor intención de voto.
El bloque de senadores del kirchnerismo, por su parte, ya adelantó su rechazo al Presupuesto. El bahiense Federico Susbielles dijo que la política económica de Cambiemos «ya demostró ser un fracaso» y advirtió que el proyecto, al igual que el de Nación, responde a las directivas del Fondo Monetario Internacional.
«Cada año Vidal pide más impuestos, más deuda y más ajuste. Mi tarea no es aprobar lo que manda el Ejecutivo desde La Plata y muchos menos cuando le hace los deberes al FMI», finalizó.
