El juicio que el Vaticano sigue adelante a cinco personas, entre ellos dos periodistas, acusadas por el robo y divulgación de documentos secretos, conocido con «Vatileaks 2», quedará suspendido por «dos meses» debido a «razones técnicas».
«Pausa en el proceso de al menos dos meses», escribió este viernes en Twitter el periodista Gianluigi Nuzzi, uno de los acusados, y luego el portavoz papal Federico Lombardi confirmó a periodistas acreditados en la Santa Sede la suspensión «por razones técnicas».
«Son los tiempos lógicos para el trabajo de los peritos» que deben realizar pericias informáticas sobre computadoras y celulares de los involucrados, agregó Lombardi.
La última audiencia del juicio que investiga el robo y filtración de documentos conocido como “Vatileaks 2” había sido el lunes 7 de diciembre.
Ese día la Justicia de la Santa Sede aceptó el pedido de la defensa de una de las cinco imputadas, la laica Francesca Chaouqui, para que el secretario de Estado Pietro Parolin sea citado a declarar como testigo junto al también cardenal Santos Abril y Castelló y a otras cuatro personas.
Por el robo y filtración de documentos son juzgados Nuzzi, Chaouqui, el religioso español Lucio Vallejo Balda, el italiano Nicola Maio y el también periodista Emiliano Fittipaldi.
A mediados de noviembre, el magisterio vaticano resolvió el envío a juicio de las cinco personas por el escándalo que incluyó la filtración de documentos reservados sobre las finanzas de la Santa Sede que acabaron en dos libros recientes: “Avarizia”, de Fittipaldi, y “Via Crucis”, de Nuzzi.
Junto a los periodistas también afronta el juicio Vallejo Balda, el ex encargado de la COSEA, la comisión impulsada por el Santo Padre para examinar las reformas de las cuentas de la Iglesia, así como su ex consejera Chaouqui.
El quinto enviado a juicio es Nicola Maio, también ex colaborador de la Comisión en la que revestían Vallejo Balda y Chaoqui, que también deberá comparecer ante los tribunales vaticanos por un delito que incluye la posibilidad de penas de entre cuatro y ocho años de reclusión.
Los cargos que enfrentan los acusados son por divulgación de documentos reservados “contra la seguridad del Estado”, un delito que la ley de la Santa Sede contempla con una pena de 4 a 8 años de cárcel.
Vallejo Balda es el único que permanece detenido, desde el 2 de noviembre, acusado de ser el «cuervo» que filtró los documentos «reservados» a los periodistas referidos a la reforma económica y financiera impulsada por el Santo Padre.
