Rusia suspendió vuelos a Egipto hasta dilucidar causa de la caído del avión en el Sinaí

El presidente ruso, Vladimir Putin, dio hoy luz verde a una recomendación del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de suspender los vuelos a Egipto hasta que se establezcan las causas del siniestro del avión de pasajeros ruso que cayó el sábado pasado en la península del Sinaí.
«El jefe de Estado estuvo de acuerdo con esta recomendación y encargó al gobierno ponerla en práctica, así como garantizar el regreso al país de los ciudadanos rusos» que se encuentran en Egipto, dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
El funcionario señaló, además, que «el presidente también ordenó coordinarse con la parte egipcia para garantizar la seguridad de la comunicación aérea».
La orden del presidente ruso se concretó poco después de que el jefe del FSB, Alexander Bortnikov, le recomendara tomar dicha medida, durante una reunión extraordinaria de la Comisión Nacional Antiterrorista de Rusia.
«Hasta que no determinemos las verdaderas causas de lo ocurrido, considero conveniente suspender los vuelos de la aviación rusa a Egipto, y esto se refiere sobre todo a los canales turísticos», afirmó el responsable de seguridad.
En ese sentido Bortnikov consideró que «necesitamos tener datos absolutamente objetivos y confirmados sobre las causas del siniestro del avión», un objetivo fundamental ya que «lo necesitamos para investigar las causas de la catástrofe y para informar a la opinión pública».
«Este trabajo debe hacerse de la manera más escrupulosa y durante todo el tiempo que sea necesario», agregó, según informó la agencia de noticias EFE.
El Airbus A-321 de la compañía rusa MetroJet se destruyó en el aire a los 23 minutos de despegar del aeropuerto de la ciudad balnearia egipcia de Sharm el Sheikh, con destino a San Petersburgo. Sus 224 ocupantes, en su mayoría turistas rusos, fallecieron.
Egipto descarta la hipótesis de un ataque y pide esperar al fin de las investigaciones, pese a que la rama egipcia del grupo islamista Estado Islámico (EI), Wilayat Sina, reivindicó el derribo de la aeronave, sin ofrecer detalles sobre cómo efectuó esa supuesta operación.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer que «es ciertamente posible que hubiera una bomba» en el avión ruso, mientras que la cadena BBC informó hoy que los servicios secretos británicos creen que una bomba fue colocada en la bodega.
También hoy, un avión privado ruso partió desde El Cairo con más restos de víctimas mortales del aparato siniestrado.
Varias ambulancias transportaron los restos de los cadáveres en compañía de un representante de la Embajada de Rusia en Egipto, según informó la agencia de noticias estatal egipcia MENA.
En el avión viajaron también 19 rusos del equipo de investigación y rescate que tenía a cargo la búsqueda de cadáveres en la zona de El Hasana, donde cayó el avión.
El Ministerio de Emergencias ruso explicó que, además de víctimas, el avión trasladó pertenencias personales y documentos encontrados en el lugar del siniestro.