«Los estadounidenses insisten en el rumbo de la confrontación, y observan sus propios pasos de manera en absoluto crítica”, sostuvo el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov y agregó que su país no quiere «otra Guerra Fría».
Por otro lado rechazó de plano las acusaciones de las potencias occidentales sobre la presencia de topas rusas en el este de Ucrania, en diálogo con la prensa de Moscú.
Luego, aludiendo al discurso pronunciado ayer por el presidente estadounidense, Barack Obama, sobre el estado de la Unión, dijo que sus palabras «demuestran que el centro de la filosofía de EEUU es solo que ‘somos el número uno’ y todos los demás deben respetar eso».
Además señaló que su país «no quiere y no permitirá una nueva Guerra Fría«, pues sus autoridades prefieren «que todos los países adopten una filosofía de cooperación».
Por último dijo: «Insistiremos en un alto el fuego inmediato, será de hecho nuestra principal prioridad en la reunión de hoy. Para que Francia y Alemania alcen la voz, llamen a las autoridades ucranianas a no permitir un escenario militar«.