El Tribunal Superior de Justicia revocó el fallo de la Sala II de la Cámara de Apelaciones de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que Macri podrá comprar las pistolas Taser, cuestionadas por ser “un elemento de tortura”.
En diálogo con Nueva Ciudad, Carlos “Charly” Pisoni, ex integrante del Observatorio de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires, explicó que “la causa la iniciamos en 2010, cuando se estaba formando la Policía Metropolitana, cuando llamaron a Jorge “Fino” Palacios, cuando estaban en marcha las escuchas ilegales en una causa por la cual está procesado el jefe de Gobierno; en ese marco, decidimos presentar un amparo”.
Distintos organismos internacionales instan a los países a no comprar esta pistola Taser, que dispara agujas que administran una descarga eléctrica de 50.000 voltios a través de un cable. “Por ejemplo el Comité contra la tortura de la ONU las define como un elemento de tortura. También un informe de Amnistía Internacional hace una investigación en Estados Unidos donde demuestra que, además de ser un elemento de tortura, es un arma letal que ha producido 800 muertes desde el 2001 a la fecha”, explicó Pisoni.
“Este fallo del Tribunal Supremo de Justicia para nosotros es una burla a la democracia”, indicó el Subsecretario de Promoción de Derechos Humanos de la Nación. Los jueces Luis Francisco Lozano, Inés M. Weinberg, Ana María Conde y José Osvaldo Casás entendieron que los argumentos de la demanda “resultaban conjeturales e hipotéticos, dado que las armas no habían sido adquiridos”.
Lozano señaló que el cuestionamiento “parte de suponer que la Ciudad no va a tener en cuenta, en el caso de que decidiera dotar a su personal policial del arma Taser, las recomendaciones del Comité contra la Tortura». «La Cámara presupone que la Ciudad no va a generar, por ejemplo, los protocolos del uso del arma que nos ocupa o que esos protocolos no van a tener en cuenta las recomendaciones del Comité”, explicó el juez.
“Un policía puede seguir los protocolos y puede decidir cuándo dispara el arma o no pero nosotros lo que consideramos es que es un elemento de tortura y el solo hecho de legalizarlo es legalizar la tortura”, explicó Pisoni. Y agregó: “Por otro lado, es una arma que puede causar la muerte porque cuando un agente dispara no le pregunta a una persona si tiene un marcapasos, por ejemplo, o si está tomando algún tipo de pastillas. Creemos que hay otro métodos de persuasión que pueden ser utilizados”.
“Nosotros la llamamos la ´neopicana´ y nos parece grotesco que el fallo se de una semana antes del aniversario del golpe genocida”, sentenció Pisoni. En relación a la Policía Metropolitana, quienes harán uso de dichas armas, el integrante de la agrupación H.I.J.O.S. la definió como “una fuerza con una matriz ideológica represiva” y que “no está acorde a la situación de avance en materia de derechos humanos que estamos haciendo en nuestro país”.