La promesa de «pobreza cero» que hizo Mauricio Macri en su campaña presidencial parece cada vez más remota. Un informe del Barómetro de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló que el 63,6 por ciento de los niños del Conurbano bonaerense son pobres.
La cifra representa un incremento del 9,4 por ciento respecto al año anterior, cuando la medición de pobreza arrojó un 54,2 por ciento. Además, el informe de la UCA consignó que el 15,4 por ciento de los niños que viven en el Gran Buenos Aires son indigentes.
“Las crisis socioeconómicas como la actual pegan con especial dureza en las infancias. El efecto que tiene sobre el ejercicio de derechos básicos como el alimentario no es el mismo que en otros períodos de la vida”, señaló Ianina Tuñon, responsable del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, en declaraciones a Ámbito Financiero.
El estudio también reveló que a nivel nacional la pobreza alcanza al 51,7 por ciento de los niños y adolescentes; se trata del índice más alto en una década, señalaron desde la UCA. La indigencia, en tanto, llega al 10,2 por ciento. Esos índices aumentaron principalmente por la devaluación, la caída del empleo, los tarifazos y la escalada de la inflación.
La medición de la UCA también arrojó datos alarmantes en cuanto a la cuestión alimenticia. En 2018, un 29,3 por ciento sufrió «déficit de alimentación», lo que implica un aumento de 7,6 por ciento respecto de la última medición. Además, un 13 por ciento de los niños y adolescentes de Argentina pasó hambre, mientras que de ese total un 35 por ciento asiste a comedores escolares.
