Hasta el momento, la Vicejefa porteña sólo designó a referentes del macrismo para conformar su equipo.
El diseño del Gabinete de la gobernadora electa por Cambiemos, María Eugenia Vidal, inquieta a la Unión Cívica Radical (UCR), aliada del PRO en las elecciones, ya que hasta el momento sólo fueron designados para integrarlo dirigentes del macrismo.
La nueva mandataria tiene casi definido designar al vicepresidente de la Legislatura porteña, , al frente del Ministerio de Seguridad que ocupa actualmente Alejandro Granados. A su vez, según confirmó en declaraciones periodísticas, Hernán Lacunza, gerente general del Banco Ciudad, estará al frente de la cartera de Economía; Leonardo Sarquis, en Agricultura; y Federico Salvai, su operador político, en algún área que aún no definió.
La Vicejefa porteña tampoco descartó que el intendente de Vicente López, Jorge Macri, ocupe el cargo de Jefe de Gabinete; que el ex jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, sea funcionario de Seguridad; y que el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Edgardo Cenzón, se haga cargo de Infraestructura.
La ausencia de dirigentes radicales en el equipo de Vidal inquietó a la UCR bonaerense, conducida por , que le transmitió su preocupación al principal impulsor del acuerdo con el PRO, el senador nacional y titular del Comité Nacional del partido, Ernesto Sanz.
En ese marco, la cúpula de la UCR salió a marcarle la cancha al macrismo y destacó su «aporte fundamental» a los resultados de Cambiemos en las elecciones del domingo último, que le dieron a Mauricio Macri la posibilidad de disputar el balotaje frente al candidato del Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli.
Dirigentes de la UCR bonaerense citados por la agencia Télam señalaron que «por ahora la bronca está encorsetada, pero después del 22 algo fuerte va a pasar», en referencia al escenario político que se abrirá luego de la segunda vuelta electoral.
Otra fuente del radicalismo indicó a esa misma agencia que la preocupación del partido radica en que el macrismo podría cooptar a la UCR bonaerense, ya que será Vidal la que distribuya los recursos a las 43 intendencias que quedaron en manos del radicalismo.