Macri y un récord poco republicano: 130 leyes vetadas

De las 271 leyes vetadas desde que se declaró la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, el candidato presidencial de Cambiemos, y actual jefe de gobierno, vetó la mitad.

Uno de los pilares de las propuestas de Cambiemos-PRO es su respeto por el sistema republicano de gobierno y su institucionalismo extremo. Pero, en los discursos televisivos, el oficialismo porteño olvida un detalle poco feliz: luego de casi ocho años de gobernar la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri ha vetado 130 leyes. Cuando se lo analiza en contexto, este número se agranda, ya que desde el primer gobierno de la Ciudad Autonoma -el de Fernando De la Rúa– fueron vetadas 271 leyes. Esto quiere decir que el PRO vetó tantas leyes como los cuatro gobiernos anteriores (luego de De la Rúa, gobernaron Enrique Olivera, Aníbal Ibarra y Jorge Telerman).

Desde el partido que forma parte de la actual alianza Cambiemos explican que el vetó se encuentra dentro de las facultades del gobierno porteño, y no deja de ser correcto. Sin embargo, la oposición argumenta que Macri ha utilizado el mecanismo previsto por la Constitución de la Ciudad de manera abusiva. Además, el veto del PRO tiene blancos habituales: comunicación social, vivienda, trabajo, defensa al consumidor, espacio público y derechos humanos. Algunos son esperables: la protección de empresas recuperadas post crisis de 2001 y la declaración de emergencia habitacional que prohibía el desalojo de familias que vivían en propiedades del Estado; una iniciativa que creaba un fondo para localizar y restituir a menores secuestrados y nacidos en cautiverio y la creación de una dependencia contra la trata de personas; la regulación del procedimiento para llevar a cabo los abortos no punibles y hasta la colocación de semáforos para ciegos. Todo lo que implique ampliar los derechos para los más débiles o que signifiquen un desembolso de fondos estatales. Tanto así que a Macri lo han etiquetado como «el Capitán Veto» o «un vetador serial».

En el año 2007 Macri vetó, a través del decreto 2.135 su primera ley, la 2.566: la misma creaba un laboratorio estatal de producción de medicamentos que proveería a los hospitales porteños, con especial énfasis en la fabricación de aquellos remedios que revistieran escaso interés comercial o que fueran imprescindibles para atender a los sectores más vulnerables. Como si esto no fuera suficiente, también dio marcha atrás con la ley 4.015, a partir de la cual se adhería a la ley nacional 26.587, que prohíbe la venta de medicamentos -incluso los de venta libre- fuera de las farmacias. De hecho, es el único distrito del país que no cumple con esta ley. La última ley vetada data del año pasado, cuando se puso punto final a la ley que dictaba un máximo de 3 minutos de espera en los peajes porteños.

Lo extraño es que ha vetado leyes que fueron votadas por sus propios legisladores. Así, el actual jefe de Gobierno le resta legitimidad al poder legislativo de la Ciudad dado que algunas iniciativas fueron votadas tras arduas negociaciones… que se deshacen cuando llegan al escritorio de Macri. La palabra dada y el dialogo que pregona por los distintos medios de comunicación, bien gracias.