«Hemos logrado matar al ministro de Economía», bromeó en el inicio de la charla el titular de esa cartera.
El ministro de Economía y primer candidato a diputado nacional de la Ciudad por el FpV destacó «el trabajo colectivo» en la gestión económica de quienes intentan instalar una agenda por fuera de los medios dominantes y aspiran a que «lo que se dice en economía tiene que entenderse». «Hemos logrado matar al ministro de Economía», bromeó en el inicio de la charla el titular de esa cartera, donde postuló la idea de «un ministro que trabaje para que el Estado pueda funcionar en su integralidad y para que la política mande sobre lo económico».
De esta manera «en este gobierno, a través de todas sus políticas, hemos logrado sacarnos de encima algo que era una dura carga para la democracia». En esta línea, Kicillof aseveró que «el neoribelalismo destruyó hasta el organigrama del Estado», porque «fraccionó sus oficinas en compartimentos estancos que (la presidenta) Cristina (Fernández de Kirchner) empezó a revertir con más fuerza en este último mandato», al «integrar» y «coordinar» las diferentes áreas para «mirar la generalidad del problema».
«Trabajamos para que la economía tenga que ver con todas las decisiones de gobierno pero no en un afán de avanzar sobre ellas», sino «de la misma manera en que el Ministerio de Cultura tendría que ver con todas las áreas de gobierno», ejemplificó. «Se pasó de un época de corbata sin diálogo a una época de diálogo sin cobrata«, resumió el politólogo brasileño Emir Sader, parte del panel conformado por los periodistas Marcelo Zlotogwiazda, Víctor Hugo Morales, José Natanson y Pablo Camaití, parte de quienes lo entrevistaron en el ciclo televisivo «Economía sin corbata», que dio origen a este libro.
Kicillof se refirió a un «maridaje» entre «militantes de los 90 y los 70», una «combinación tremendamente poderosa» que lo «alucina» como «perspectiva«, en cuanto a «los cientos de miles de militantes que entran ahora a la política», una observación que le dio la medida de que ya no es joven, bromeó. «Que aparezca una generación de pibes que está militando para transformar el país» -de la cual «no es parte» pero construbuye a «formar«- es «una novedad en Argentina«, algo «que no ocurre hace añares», y «marca de una época».
Por otra parte, destacó el avance «irreversible» contra «los medios y corporaciones que usan al periodismo como punta de lanza» para otros «negocios«. El ministro destacó además «el trabajo colectivo» en la gestión económica de quienes intentan instalar una agenda por fuera de los medios dominantes y aspiran a que «lo que se dice en economía tiene que entenderse».
El auditorio Borges, con capacidad para más de 220 personas, se encontraba repleto, con gente parada o sentada en gradas y escalones que animó con aplausos la presentación a la que asistieron, entre otros, la esposa del ministro Soledad Quereilhac, el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, la embajadora ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), candidata a diputada nacional por el FPV y ex ministra de Defensa, Nilda Garré; y Tati Almedia, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
«Los que más colaboraron para que este libro existiera son los que apoyaron este proyecto», aseguró sobre el volumen «creado contra «una agenda de discusiones económicas que imponen los medios dominantes», a la que definió como «chicata«, «miope» y «desenfocada» de los intereses de los argentinos.
Kicillof se refirió a un cronograma de discusiones económicas «desquiciado», que además es «una especie de muro de fusilamiento donde todo el tiempo están tirando balas, y encima hay que atajarlas».» Lo que me interesó fue una agenda que copta la opinión de todos -agregó-, una agenda que es la inmediatez pura y cambia todos los días: Empezamos la semana con que no íbamos a pagar el Boden 15, se pagó y pasaron a ver qué iba a pasar con el endeudamiento y las reservas, y la semana que viene serán otros temas», graficó.
La presentación fue precedida por Carlos Díaz, director de Oso producciones, responsable del programa «Economía sin corbata», quien expresó su «orgullo» porque, en este caso, «la TV le está dando contenido a un libro, algo que generalmente ocurre al revés, con el objetivo de trasmitir los dilemas más importantes de la economía actual». Mientras que Claudio Martínez, editor de Siglo XXI, definió al volumen como «una rareza» que alberga «un testimonio en primera persona de la gestión de Kicillof -entrevistado por periodistas que lo muestran desde distintos ángulos-: Cosas que si no se hacen en el momento no son los mismo», porque «muestran un clima de época».