Intenso cruce de acusaciones en el primer debate por el balotaje brasileño

La presidenta brasileña Dilma Rousseff, aspirante a la reelección, enumeró anoche los logros sociales de su gobierno y el de su antecesor, Lula da Silva, en tanto su adversario para el balotaje del 26 de este mes, el socialdemócrata Aécio Neves, a quien acusó de ejercer nepotismo, arremetió con denuncias de corrupción y lo que definió como el “fracaso económico” de la actual administración, en un debate por televisión que ambos mantuvieron anoche.

dilma aecio

El enfrentamiento de propuestas, difundido por la cadena Bandeirantes, fue el primero tras la elección de principios de mes, en la que Dilma obtuvo la primera minoría con 41,59%, y era esperado con ansias por la presidenta luego de conocerse algunos sondeos posteriores a la primera vuelta que marcaron diferencias de hasta 17 puntos en favor del candidato opositor.

Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) debe enfrentar ahora a un Neves fortalecido por los apoyos recibidos de parte del Partido Socialista y de Marina Silva, la candidata por esta agrupación -aunque en condición de extrapartidaria- que viene de obtener 20% de los votos.

“Buenas noches. En esta elección, considero que tenemos dos proyectos y dos visiones de Brasil”, comenzó la Presidenta, vestida de pantalón negro y saco banco, en los primeros dos minutos de presentación que se le da a cada candidato

«Creo que hicimos el mayor avance con la distribución de la riqueza, creamos un consumo de masa que benefició a todo el mundo, pero los que más ganaron fueron los más pobres”, continuó.

También mencionó un nuevo ciclo en el que se destacará como prioridad la educación, la salud y la seguridad pública, y enfatizó en la necesidad de “combatir la corrupción”.

En este sentido, acusó a Aécio de emplear parientes y realizar obras públicas en los dos períodos en los que gobernó el estado de
Minas Gerais (2003/2010) para favorecer sus propiedades o las de sus familiares, pese a que «en Brasil está prohibido el nepotismo».

«Candidata, lamento que a usted esté desinformada”, le respondió Neves a su turno. “Todas nuestras cuentas fueron aprobadas por el TCU (Tribunal de Contas da União)”.

El senador socialdemócrata, que en la primera vuelta se alzó con 33,55% de los votos, recordó en varias intervenciones que la inflación creció por encima de la meta tolerada por el Banco Central, la economía está en fuerte desaceleración y el gobierno acorralado por un escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa del país.

«Ustedes fracasaron en la conducción de la política económica. La herencia del próximo presidente que asuma será pésima», criticó el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Rousseff dijo que en sus tres primeros años de gestión consiguió mantener la inflación dentro de la meta establecida y atribuyó el repunte de los precios en los últimos meses a un problema «pasajero».

«Es claro que cuando hay un choque de oferta por problemas del clima, hay una presión sobre la inflación. Pero eso es pasajero y la inflación volverá a la meta. Estoy segura que la inflación estará dentro de lo previsto al final del año», afirmó.

Sobre las dificultades económicas, dijo que, pese a la crisis internacional de 2008, el Gobierno consiguió mantener el empleo y la renta de los trabajadores, y recordó que Brasil fue uno de los pocos países del mundo que consiguió reducir el desempleo en medio de las turbulencias mundiales.

Añadió que, por el contrario, cuando el presidente Fernando Henrique Cardoso, correligionario y padrino político de Neves, tuvo que enfrentar una crisis económica internacional, el desempleo alcanzó niveles récords.

«Nosotros mantuvimos el empleo y los salarios, y continuamos invirtiendo, durante la crisis. A ustedes, en cambio, les gusta cortar. Cortaron los empleos y los salarios. En 2002 Brasil tenía un récord de 11,4 millones de desempleados», dijo la mandataria.

«Retire los ojos del retrovisor. Vamos a hablar del futuro. Vamos a hablar de un Brasil que puede crecer. No es razonable que seamos el último país en crecimiento en América Latina al lado de Venezuela. El crecimiento de este año es nada. Su gobierno perdió confianza y capacidad de atraer inversiones», respondió Neves.

El líder socialdemócrata también aprovechó el debate para ventilar el escándalo de corrupción en Petrobras que salpica al PT y otros partidos aliados de la mandataria, así como a una treintena de políticos, en su gran mayoría de la base oficialista.

«El escándalo en Petrobras es algo increíble. Y la señora sólo se indignó porque alguien filtró las denuncias. Hay un ex director de Petrobras que va a devolver 70 millones de reales (unos 29 millones de dólares) desviados, es decir que asume que robó», enfatizó.

La mandataria dijo que su determinación es castigar a todos los culpados, sean corruptos o corruptores, pero que es necesario acabar con la impunidad en el país para que los acusados del nuevo escándalo no queden libres como, dijo, ocurrió con los responsables por varios casos de corrupción en el gobierno de Cardoso y en gobiernos regionales del PSDB.

«No quiera decir que somos iguales -respondió Neves-. Lo que ocurre en Petrobras es algo muy grave, que jamás ocurrió en esta República. Es necesario más que un conjunto de buenas intenciones al final del Gobierno para rescatar su credibilidad».