La Mesa Nacional Ciudadana en Defensa de la Soberanía Popular consideró el triunfo de Dilma Rousseff, quien ganó las elecciones presidenciales en Brasil el pasado domingo, como el que «consolida la definitiva unidad de la región”.
“La unidad de los pueblos y de los gobiernos en América del Sur es la posibilidad cierta de establecer un freno sostenido y eficaz a los intentos de dominación y sometimiento al que nos quieren retrotraer las corporaciones financieras y los intereses imperialistas», sostuvo el impulsor y Coordinador de la Mesa Argentina, Carlos Ferreyra.
Agregó que «toda América del Sur sostiene y necesita esta unidad estratégica, indispensable para el desarrollo de políticas industriales, socialmente inclusivas y políticamente independientes”.
La Mesa está integrada por instituciones y organizaciones culturales, académicas, políticas, gremiales, de pueblos originarios, afroargentinos, de la diversidad sexual, ciudadanos docentes universitarios, jóvenes, trabajadores, pequeño-empresarios, adultos mayores, cesanteados por los gobiernos militares y ex funcionarios.
Se constituyó como «espacio abierto con el objetivo central de trabajar para promover y defender la soberanía del Estado argentino, ante las agresiones y amenazas de los fondos buitres y la complicidad del poder judicial norteamericano que intentan torpedear los logros económicos y financieros, así como las políticas públicas de progreso social vigentes», según un comunicado.
La Mesa se presentará el próximo 11 de noviembre, cuando realizará un reconocimiento a las naciones que con sus votos apoyaron a la Argentina en la Asamblea General y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en el mes de septiembre en Nueva York y Ginebra.
