El modelo ya se implementó en el Banco Ciudad, donde a penas se otorgaron 40 créditos de los cuales 10 están en mora. Hay fuertes críticas al modelo de financiación que dejaría sin fondos al ANSES.
El plan de la administración de Mauricio Macri para impulsar el crédito hipotecario entró en estos días en su etapa decisiva. Funcionarios del área económica ajustan dos aspectos clave del nuevo programa: fondeo e impacto de la inflación en el capital de los créditos, que se indexará. La intención de parte del equipo económico es que la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) aporte dinero para que la iniciativa comience a andar. La indexación del capital podría ser el talón de aquiles del proyecto y quieren matizar su impacto.
El plan de crédito hipotecario consiste en entregar créditos a tasa baja y con indexación de capital, que ajustará en función de una nueva moneda similar a la Unidad de Fomento de Chile pero que, en los hechos, es un peso indexado. Eso, explicó una fuente del Banco Central, permitiría triplicar el monto del crédito, ya que la tasa debería ser fija y rondar el 5%.
La entidad que preside Federico Sturzenegger aspira a que todos los bancos amplíen su oferta de crédito hipotecario, ya que el dinero no perdería valor. A la larga, el sistema debería retroalimentarse: depósitos que ajusten en base a esta unidad de cuenta serían el sustento de los créditos, a 15 años o más. La relación cuota – ingreso no superará el 30%, ya que, al actualizarse el valor del préstamo, será constante en el tiempo y no se licuará en los primeros años.
El proyecto complementaría al Procrear, que, dijo el titular de la ANSeS, Emilio Basavilbaso, a La Nación, entregará 100.000 créditos, aunque la tasa dejará de estar subsidiada. El titular del FGS, Luis Blaquier, ya avisó que no entregará más fondos a tasas negativas (15% en promedio). Los constructores afirman que los barrios con contratos firmados quedaron en stand by.
Pero el plan tiene bemoles. El principal es el fondeo. Según una fuente oficial, la ANSeS debería financiar parte del programa, al menos en un inicio, a una tasa mínima (ya que el capital ajustará por inflación). Y los bancos, públicos y privados, deberían participar en licitaciones por esos fondos.
Esa es la opinión del presidente del Banco Provincia, Juan Curutchet, que ya anunció que su entidad prepara su propia oferta de créditos hipotecarios bajo este sistema. «Hay como borrador de trabajo una idea de que haya licitaciones de ANSeS«, dijo a El Cronista. El fondeo de los hipotecarios de la entidad bonaerense tendrá tres fuentes: «fondos previsionales (…) fondeo que tenga estabilidad para prestar a largo plazo, como depósitos judiciales, y alguna masa de depósitos de compañía de seguros u organismos estatales con estabilidad», añadió.
En el Gobierno entienden que, con una inflación decreciente, el sistema podría funcionar, en momentos en que sólo alrededor de 6% de los créditos al sector privado (de un total de $ 818.000 millones, según BCRA) que entregan los bancos se destina a hipotecas, sin contar el Procrear.
Sturzenegger, en diálogo con banqueros, los invitó a estudiar el modelo que implementó en el Banco Ciudad, donde entregaron créditos que ajustaban por Unidades de Cuenta Estable (UCE), una moneda indexada en función de una canasta de bienes. El programa, de 2013, tuvo fondeo del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), que comandaba Basavilbaso. En un banco privado escucharon los resultados de boca de un gerente del Ciudad: se entregaron unos 40 créditos, de los cuales una decena está en mora. “No caminó del todo la unidad de ahorro del Ciudad; la gente sigue pidiendo tasa fija”, admitió Curutchet.