El afán privatizador del PRO llegó al Parque Sarmiento

La construcción y posterior concesión de un estadio de rugby en el Parque Sarmiento, que el Gobierno de la Ciudad planificaba estrenar en marzo del año próximo, quedó postergada por lo menos hasta 2017.

La construcción y posterior concesión de un estadio de rugby para 10.000 personas en el Parque Sarmiento, que el gobierno porteño planificaba estrenar en marzo del año próximo, quedó postergada por lo menos hasta 2017 a raíz de la protesta de los vecinos.

El subsecretario de Deportes de la Ciudad, Francisco Irarrazaval, lo confirmó ayer luego de que el proyecto fuera objetado por vecinos, ya que implica tanto la desaparición de una pista de atletismo que usan cientos de personas para entrenar como la privatización de otro sector de ese espacio verde del barrio de Saavedra.

La Unión Argentina de Rugby (UAR), según la iniciativa oficial, iba a ser la responsable del montaje y la explotación por cinco años de las instalaciones, destinadas a competencias del Súper Rugby, torneo organizado por la South Africa New Zealand Australia Rugby (Sanzar) y disputado por equipos provinciales del hemisferio Sur, al que la Argentina acaba de ingresar.

“Se posterga hasta 2017 el estadio en el Parque Sarmiento. El desarrollo de los estudios de impacto ambiental, a cargo de la Agencia de Protección Ambientalporteña, y el análisis de alternativas para reemplazar la pista de atletismo que se perderá llevarán un plazo prolongado, que altera la fecha prevista de comienzo de obra. El estadio no podrá estar listo a tiempo en esta ubicación, así que queda postergado”, informó ayer Irarrazaval a La Nación.

El ex puma Agustín Pichot, hoy representante de la UAR ante la Sanzar, había deslizado el replanteo del proyecto, “Por más buena voluntad que haya habido, no sabíamos que había una pista de atletismo. Hubo quejas, ya no llegamos y decidimos esperar hasta que esto se aclare un poco. Vamos a buscar opciones, pero si no es para mejorar, no lo vamos a hacer”, sostuvo a La Nación.

La intención original era la de erigir el estadio sobre tribunas tubulares en un área delParque Sarmiento que hoy ocupan una cancha de fútbol y una pista de atletismo. Las tribunas removibles tendrían 8 metros de alto por 18 de ancho y se les sumaría una de cemento ya existente, especialmente readaptada para el funcionamiento de vestuarios, un puesto médico y una cabina de transmisión televisiva.

Referentes del atletismo habían sido algunos de los principales opositores a la construcción del estadio de rugby. Los alumnos de escuelas de la zona que utilizan habitualmente la pista iban a quedar impedidos de ingresar en el estadio para sus prácticas. A raíz de las quejas recibidas, las autoridades habían decidido permitirles el acceso, dentro de determinados días y horarios.

Otro frente de conflicto está abierto con vecinos y organizaciones de Saavedra, a quienes preocupa la pérdida del espacio público y el impacto que tendrá la afluencia generada por el uso de la cancha. “Cada vez nos queda menos parque público. Privatizaron el driving de golf, las canchas de tenis, las áreas de reservorios siguen cerradas al público y, ahora, quieren privatizar otro sector”, protestó Hugo Campos, de la agrupación zonal Vecinos por la Ecología.

A este reclamo se sumaron asociaciones vecinales, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, la Federación de Atletismo y el comunero Basilio Sioutis. Una petición en contra de la construcción del estadio superó las 17.700 firmas de adhesión en Change.org.