El próximo miércoles se debatirá en la Cámara de Diputados el proyecto de ley para estatizar el servicio ferroviario. La propuesta, que ya recibió dictamen el martes pasado, otorga al Estado «plena administración de la infraestructura ferroviaria en todo el territorio nacional», en el marco «del proceso de transformación inédita» que viene implementando el gobierno nacional para «fortalecer y mejorar el sistema ferroviario» en todo el país.
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, señaló que la iniciativa apunta a «consolidar un proceso, una transformación inédita en materia ferroviaria». En esa línea, reflexionó: «Se trata de entender como una ecuación social y no económica está asociada al progreso de Argentina y a la vida de miles de pueblos desaparecidos a partir del abandono de una política ferroviaria».
El dictamen de mayoría contó con las firmas del Frente para la Victoria (FpV), y de algunos bloques opositores como el Frente Renovador, la UCR y el PRO, que anticiparon su respaldo al texto, en el marco del plenario, luego de que el oficialismo aceptó algunas de sus propuestas para modificar el articulado original.
La iniciativa recibió dictamen luego de tres plenarios de comisiones, en los que además del ministro del Interior y Transporte, expusieron especialistas y referentes sindicales del sector ferroviario, quienes en su mayoría anticiparon su respaldo al proyecto del Poder Ejecutivo.
«Este proyecto tiene por objeto la recuperación definitiva de la administración de los ferrocarriles por parte del Estado, partiendo de la idea central de que el mismo puede gestionar incluso de una manera más eficiente que los privados», remarca en sus fundamentos la propuesta enviada por el Poder Ejecutivo
La propuesta otorga al Estado la potestad para «desafectar bienes, rescatar, reconvenir o renegociar contratos de concesión suscriptos con Nuevo Central Argentino, Ferroexpreso Pampeano, Ferrosur Roca, Metrovías y Ferrovías».
La medida apunta a «profundizar el proceso de reordenamiento ferroviario y estratégico establecido por este gobierno nacional y en atención a la especificidad y profesionalidad que el sistema ferroviario requiere». Al exponer ante los diputados, Randazzo insistió con que el proyecto «no es un eslogan ni un hecho nostálgico», sino un intento por «reparar errores cometidos en los últimos 60 años» en materia ferroviaria, que apunta a saldar «una vieja deuda con los argentinos».