Fue asesinada de una puñalada, según fuentes policiales. En 2012 había recibido su DNI de la mano de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bixesuales (ILGA) y dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), Diana Sacayan, fue asesinada de una puñalada en su departamento del barrio porteño de Flores, informaron fuentes policiales.
El escueto parte oficial informó que ayer «alrededor de las 13, en el departamento ubicado en el piso 13 de la Avenida Rivadavia 6747», la militante trans fue encontrada «muerta con signos de violencia».
Los detalles son más cruentos. El cuerpo estaba atado sobre una cama, cubierto de sangre, con una herida de arma blanca asomando y que convenció a los efectivos de la Comisaría 38ª y a los médicos del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) que cualquier maniobra de resurrección sería inútil.
Habían sido alertados por un llamado del encargado del edificio, quien al ver la puerta del departamento abierta, se asomó y descubrió el cadáver. Los investigadores sospechan que Sacayán fue atacada por una pareja suya, entre otras hipótesis, agregaron las fuentes.
El dato de la ausencia de la víctima en el Encuentro Nacional de Mujeres, realizado el fin de semana pasado en Mar del Plata – y las llamadas y mensajes que no contestó– obligó a pensar que el crimen pudo cometerse entre el sábado y el domingo, aunque los más cautelosos prefieren esperar por los resultados de la autopsia.
El hecho es investigado por el fiscal Matías Di Lello, aunque la titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), que depende de la Procuración General de la Nación, Mariela Labozzetta, le propuso tener intervención en el caso, lo cual se resolverá en las próximas horas. En este marco, Labozzetta le planteó a Di Lello la necesidad de utilizar en esta investigación el protocolo para los casos de femicidios implementado por la UFEM.
En agosto, Sacayán había denunciado que luego de ser agredida por un hombre en la calle, efectivos de la Policía Metropolitana la llevaron presa junto a otro activista. La maltrataron, amenazaron y denunciaron por resistencia a la autoridad con lesiones.
Por el hecho, la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) denunció a la fuerza porteña. «Son prácticas sistemáticas de la Metropolitana atacar a grupos sociales vulnerables y vulnerados», explicó entonces el titular del organismo, Miguel Palazzani, quien pidió la indagatoria de al menos 12 policías por torturas y privación ilegítima de la libertad de Sacayán y un empleado del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Sacayan había llegado de la provincia de Tucumán con sus padres, recordó el portal Infojus Noticias. Se prostituyó y vivió en la pobreza pero, luego, su militancia la llevo a postularse como candidata a ocupar la Defensoría del Pueblo de La Matanza, en 2012. Trabajó en el INADI y colaboró en el suplemento Soy, del matutino Página/12, y en la revista El Teje. Defendió desde el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación causas como el cupo laboral para personas trans en la cartera pública de la provincia de Buenos Aires.