Denuncian que la Provincia echó a cinco trabajadoras por adherir a un paro

Trabajadores del Instituto de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires denunciaron que el Gobierno echó a cinco trabajadoras del equipo de seguimiento de casos de violencia de género de la línea 144 por adherir a una medida de fuerza.

Se trata de cinco empleadas a las que la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense les informó hoy que no renovará los contratos que vencen este jueves. Según pudo saber Nueva BA, los funcionarios argumentaron que las trabajadoras «no seguían la misma línea» que la gestión con respecto al abordaje de la problemática de la violencia de género.

Pero los delegados denunciaron que la cartera conducida por Santiago Cantón echó a las trabajadoras por sumarse a una medida de fuerza. «Dijeron que el paro era un abandono a las mujeres que se comunicaban con la línea y que por eso no podían renovar los contratos», dijo a este medio Verónica Misseri, delegada de la línea 144 en la Provincia.

Las trabajadoras despedidas representan la mitad del equipo. Hay otras cinco empleadas que coordinan las guardias de la línea a las que todavía «no se les informó absolutamente nada».

El equipo de seguimiento de casos de violencia de género funciona desde 2014. Interviene cuando la línea 144 presenta, por un motivo u otro, dificultades para atender un caso. La tarea del equipo es interiorizarse sobre la situación de la mujer y generar una articulación con instituciones que puedan ayudarla.

«Es un trabajo muy importante, que va en consonancia con el de la línea en sí. Lo importante para la gestión es que la línea se atienda, pero detrás hay un montón de equipos que no se están reforzando. Los responsables políticos son Cantón, Agustina Ayllon (presidenta del Instituto de Género) y por su puesto la gobernadora (María Eugenia) Vidal», denunció Misseri.

«Ellos plantean que no trabajan en la misma línea y es cierto, porque nosotros entendemos que somos sujetos de derecho y por eso cuando nos posicionamos frente a una mujer que sufre violencia le hablamos sobre cómo luchar por esos derechos, para que los conozca. Se ve que esa parte ellos no estaban dispuestos a aceptarla», señaló.

Los trabajadores y delegados del Instituto concentran en estos momentos en 6 y 51, donde funciona el organismo. «Convocamos a organizaciones de mujeres y a los que quieran apoyar este reclamo. Nos vamos a quedar acá hasta que se haga presente algún funcionario, porque nos parece una medida totalmente arbitraria», finalizó Misseri.

El equipo de seguimiento del Instituto articula con comisarías de la mujer; áreas de género; entidades sociales y organizaciones no gubernamentales. También, según el caso, pueden coordinar acciones con hospitales, colegios o juzgados.