El diputado del Frente Renovador alertó sobre las consecuencias de un retorno a la «valorización financiera» como en los ’90 y señaló que los argentinos tienen una «tendencia a querer cambiar todo».
El diputado nacional por el Frente Renovador, José Ignacio de Mendiguren, aseguró que esa opción económica solo trae «dolor de cabeza para los productores». Además, señaló que los argentinos tienen una «tendencia a querer cambiar todo».
El ex titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) apuntó contra un endeudamiento de la economía como el producido en los ’90, que «le dejó a Wall Street 3 mil millones en comisiones» y que llevó a «importar choclos de Francia o pomelos de Israel».
«Esa plata nunca llega sin condiciones: tenés que ajustar, pero además darles el mercado. Cuando la Argentina fue por la valorización productiva salimos de la crisis de 2001, porque si hubiéramos sucumbido a la valorización financiera tendríamos que haber dolarizado. Esto pasó hace poco tiempo»,recordó.
En diálogo con Radio Télam reconoció que «la valorización financiera» tiene «un discurso interesante para cuando el gobierno no tiene las cosas claras», porque le propone «renovar un bono, colocar deuda»y los productores tendrán «dolores de cabeza».
«No estoy en contra del crédito internacional, que quede claro, pero cuando el crédito es para financiar el endeudamiento, seguro que no lo vas a poder pagar», argumentó.
Adelantó que los diputados nacionales de la fuerza que integra se van a oponer a ese tipo de propuestas económicas y volvió a insistir en la necesidad de «un cambio justo».
«Nosotros creemos que no somos los dueños de los votos. Nos siguieron porque fueron claros en las propuestas, dimos respuestas a todo, hemos dicho cómo y con quién íbamos a hacerlo. Ahora lo que hemos dicho es que los candidatos que han quedado, que sean ellos, los que tengan que convencer a los votantes que nos acompañaron por esas propuestas, que sean ellos los que los conquisten», concluyó.
Más temprano, el diputado había declarado a un matutino porteño: “Nosotros siempre planteamos un cambio, pero dijimos claramente que el cambio no es empezar de nuevo. Si el cambio es recuperar los motores para seguir por el camino de la producción estamos de acuerdo, pero si es volver al modelo de la valorización financiera debemos tener en claro que en ese período tanto el campo como la industria terminamos fundidos».