La Presidenta se dirigió a la militancia que colmó los patios de la Casa Rosada donde pidió a los integrantes del espacio político que conduce “tender la mano al otro porque quieren que nos enojemos y no nos vamos a enojar”.
Cristina Fernández de Kirchner aseguró que el kirchnerismo siempre prefirió “el canto, la alegría, el viva la patria” a la vez que señaló que “a ellos siempre les gustó el silencio, porque no tienen nada que decir o porque no pueden decir lo que piensan».
“Nosotros nos quedamos con el canto, la alegría, el viva la patria. A ellos le dejamos el silencio, siempre les gustó el silencio porque no tienen nada que decir o porque no pueden decir lo que piensan”, remarcó.
La presidenta, que se reencontró con los militantes luego su convalecencia y de su viaje a China, aseguró que la juventud reunida la “energiza” y pidió “estar más que nunca unidos, organizados y fuertes”.
Luego retomó algunas de las afirmaciones del acto asegurando que nuestro país “no es el corral de nadie” y pidió que “los representantes de otros países en Argentina lo entiendan y lo respeten” porque “no hay margen ni espacio político para que nos den instrucciones».
«Tengo toda la fortaleza del mundo para poder seguir trabajando”, subrayó.
“Quiero decirles que vamos a seguir pregonando la unidad de todos los argentinos, somos el amor a la patria, el amor por el otro” y demandó “dejar de lado el odio, porque el odio enferma las cabezas, las almas y los corazones”.
“El odio, el agravio, la infamia, la calumnia se lo dejamos a ellos. Nosotros nos quedamos con la Asignación Universal por Hijo, con la movilidad jubilatoria, con el salario mínimo más alto de la región, con la industria nacional, con la educación, con las universidades, con los científicos, el amor es nuestro”, concluyó.