La isla volvió a anotarse un triunfo en la ONU al lograr una nueva exhortación al levantamiento del bloqueo que Estados Unidos mantiene desde hace más de medio siglo, en una votación que terminó 191 a 2.
Washington se manifestó nuevamente en contra, pese a algunas especulaciones que daban cuenta de la posibilidad de que se abstuviera, para favorecer el proceso de nuevas relaciones bilaterales.
La votación, la vigésimocuarta consecutiva en la ONU, terminó con 191 a favor de terminar el embargo y dos en contra, los de Estados Unidos e Israel. La cifra superó los 188 votos del año pasado, y esta vez no hubo abstenciones.
La Asamblea General viene adoptando, a propuesta del gobierno cubano, textos similares cada año desde 1992, pero la de hoy fue la primera vez que se pronunciaba desde que La Habana y Washington iniciaron en diciembre de 2014 el restablecimiento de sus relaciones.
Aunque durante los últimos meses Estados Unidos alimentó las expectativas sobre una posible abstención en la votación de hoy, finalmente la delegación norteamericana votó en contra al considerar que la resolución «no representa» los pasos para el acercamiento dados en los últimos meses.
«Lamentamos que el gobierno de Cuba haya elegido seguir adelante con su resolución anual; el texto no representa los pasos significativos dados y el espíritu de compromiso que el presidente (de Estados Unidos, Barack) Obama ha defendido», explicó el diplomático estadounidense Ronald Godard.
En la misma línea, subrayó que «si Cuba cree que este ejercicio va a ayudar a que las cosas avancen en la dirección que los dos gobiernos han indicado que esperan, está equivocada».
El texto preparado por las autoridades cubanas acoge «con beneplácito el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos de América» y reconoce «la voluntad» expresada por Obama «de trabajar por la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero«.
Pero, con todo, expresa como en otras ocasiones la preocupación de la isla por la continuidad de la política y por los «efectos negativos» que tiene sobre los cubanos, por lo que llama a tomar medidas «en el plazo más breve posible» para derogar o dejar sin efecto el embargo.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, subrayó al presentar la resolución que pese a los avances en la relación bilateral no hubo «ninguna modificación tangible» en «la práctica del bloqueo».
«No debemos confundir la realidad con los deseos ni las expresiones de buena voluntad; en asuntos como estos solo puede juzgarse a partir de los hechos, y los hechos demuestran, con toda claridad, que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba está en plena y completa aplicación», advirtió Rodríguez.
El jefe de la diplomacia cubana sostuvo que el embargo «es una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos de todos los cubanos» e insistió en que es «el principal obstáculo para el desarrollo económico y social» de la isla.
Rodriguez alertó que «los daños del bloqueo son incalculables», reseñó que 77 por ciento de la población cubana vivió toda su vida bajo los efectos del embargo y consideró a la medida como «una política anclada en el pasado, cruel e injusta».
En la sesión, Malasia habló en nombre de los 10 países miembros de Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN); Paraguay apoyó el levantamiento como vocero del Mercosur; Ecuador respaldó la postura cubana en representación de la CELAC, y Luxemburgo hizo lo mismo por la Unión Europea (UE).
Además, Jamaica habló por el Caricom; Sierra Leona en nombre del llamado Grupo Africano; Kuwait hizo uso de la palabra como vocero de la Organización Islámica de Cooperación, y Sudáfrica expuso la postura del Grupo de los 77+China.
Hubo también pronunciamientos individuales de Rusia, Brasil, Venezuela, China, Argelia, Islas Salomón y Nauru, India, Egipto, Vietnam, Colombia, México e Irán.
En el inicio del debate, el Movimiento de Países No Alineados resaltó que la ONU lleva 23 años consecutivos expresando su apoyo al gobierno de Cuba mediante sus votos, juzgó al bloqueo «totalmente injustificable» y detalló que la medida causó daños económicos que superan los 833.700 millones de dólares.
Un momento especial se vivió cuando el representante de Bolivia expresó el respaldo de su país a la finalización del bloqueo, y citó, a partir de un cable de una agencia de noticias, el caso de una niña cubana afectada de cáncer, cuya familia no puede conseguir un medicamento que necesita porque es producido en Estados Unidos.
«Noemí, la niña cubana tiene las posibilidades reducidas de vivir por causa del bloqueo; esta política afecta la salud, la educación, el desarrollo del turismo, el transporte», señaló el diplomático boliviano.
Obama le pidió ya al Congreso de su país el levantamiento del embargo, pero la mayoría republicana tiene demorada esa iniciativa. Mientras, Washington y La Habana ya avanzaron en algunos entendimientos, como la reapertura de embajadas y la flexibilización en materia de viajes y envíos de dinero.