Boris Johnson solicitó a la Reina la suspensión del Parlamento a partir de mediados de septiembre, a seis semanas de la fecha de salida de la Unión Europea (UE). El primer ministro está apostando a todo o nada para que el Parlamento no pueda impedir que el Reino Unido salga con o sin acuerdo del bloque europeo.
Johnson justificó la suspensión en la necesidad de presentar un nuevo plan de gobierno a mediados de octubre cuando se pondría nuevamente en funciones el parlamento. Más allá de que el gabinete repetirá esta línea de politburó, nadie le cree.
Rechazo desde todos los sectores
El presidente del parlamento, el Speaker conservador John Bercow, calificó la movida de Johnson como un “escándalo constitucional”. “Lo vistan como lo vistan es obvio que quieren impedir que el Parlamento debata sobre el Brexit”, dijo Bercow.
El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, se pronunció en la misma dirección. “Estoy escandalizado con la temeridad del gobierno de Johnson, que se la pasa hablando de la soberanía del parlamento y se dispone a suspenderlo para evitar el escrutinio de sus planes para un Brexit sin acuerdo. Es un escándalo y una amenaza a nuestra democracia”, dijo Corbyn.
La movida del primer ministro neutraliza el acuerdo alcanzado ayer por la oposición para aprobar una ley que impida la salida del bloque europeo sin acuerdo. El parlamento vuelve de su receso veraniego el próximo martes y ahora solo tendrá una semana para aprobar una ley, plazo imposible de cumplir para la compleja mecánica parlamentaria.
El repudio unánime de la oposición se extendió a importantes figuras de los conservadores, como el ex ministro de finanzas, Phillip Hammond, uno de los más férreos opositores a la salida sin acuerdo. “Sería algo profundamenta antidemocrático, una maniobra para evitar sea como sea que el parlamento ejerza su función de control al gobierno durante una situación de crisis nacional como la actual”, dijo Hammond.
Desde los Nacionalistas Escoceces hasta el ex primer ministro conservador John Major han dicho que apelarán a la justicia para evitar esta violación constitucional. En qué medida estas apelaciones serán suficientes para evitar que suceda la prórroga (suspensión) del parlamento nadie lo sabe, entre otras cosas, porque la Reina Isabel II está involucrada.
Entre el cierre del Parlamento y la moción de censura
La Reina estaba obligada formalmente a ordenar el cierre de sesiones si esa es la voluntad del partido mayoritario en el parlamento que forma el gobierno. Hoy hubo una reunión en la residencia real de Balmoral, en Escocia, con un consejo privado para poner en marcha el procedimiento. Si la justicia frena la movida, la misma Reina quedará involuntariamente expuesta.
La apuesta de Johnson abre un camino que había sido relegado a un segundo lugar ayer en el acuerdo de la oposición: la moción de censura. La oposición podría presentar una moción de censura en el gobierno la semana próxima.
La primera reacción de muchos conservadores indica que podrían darle los números para plantear una moción exitosa. En tal caso, el gobierno mismo y la oposición tendrían quince días para tratar de formar un gobierno. De no lograrlo ninguna de las dos partes, se convocaría a elecciones generales.