Hace más de veinte días que el postulante macrista no aparece públicamente. En las últimas semanas fue repudiado por haber sido funcionario de la dictadura, por sus manifestaciones xenófobas y por su maltrato hacia la prensa.
El candidato a intendente de Mar del Plata por Cambiemos, Carlos Arroyo, denunciado en las últimas semanas por su presunta complicidad con la dictadura cívico-militar y por sus declaraciones xenófobas en contra de la comunidad boliviana, desactivó su campaña electoral.
Hace más de veinte días que Arroyo, que fue el candidato más votado en las PASO en el distrito, no ejerce su tarea como concejal, protagoniza actos de campaña, mantiene contactos con la prensa o asiste a debates electorales. Además, canceló varias reuniones programadas con vecinos, instituciones y empresarios.
Desde su entorno sostienen que la ausencia del candidato del PRO apunta a “preservarlo” de lo que consideran una campaña mediática en su contra. Sus rivales, sin embargo, plantean que trata de “esconderse” para evitar que su imagen siga cayendo a raíz de sus recientes declaraciones y actitudes.
En las últimas semanas, Arroyo fue repudiado por organismos de derechos humanos por su condición de ex funcionario municipal de la dictadura cívico-militar instaurada en 1976 y por sus reivindicaciones al nazismo y al movimiento de los carapintadas. Las Madres de Plaza de Mayo de Mar del Plata exhibieron documentación que demuestra que el postulante macrista se desempeñó durante el gobierno militar como interventor de la sociedad marplatense de taxistas, algo que Arroyo había negado.
Por otra parte, la comunidad boliviana del distrito lo denunció ante el INADI por sus declaraciones xenófobas en una entrevista televisiva durante la cual vinculó a los ciudadanos de esa nacionalidad con la inseguridad y los acusó de traspasar las fronteras para “sembrar coca”.
Anteriormente, había sido denunciado por la DAIA por reivindicar al nazismo, algo que parece confirmarse ya que se cuentan entre sus seguidores grupos procesados por la Justicia Federal por proclamar esa ideología mediante actos de violencia.
Asimismo, Arroyo y su entorno fueron repudiados por el Sindicato de Prensa de Mar del Plata por aprietes contra periodistas que le formularon preguntas “incómodas” y por la reacción delconcejal José Reinaldo Cano, que calificó de “pendeja de mierda” a la conductora de un programa de radio que lo consultó sobre los motivos de la ausencia de su jefe político.
El postulante de Cambiemos también fue criticado por los líderes del Frente Renovador y el Frente Progresistas. El candidato presidencial de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), Sergio Massa, expresó durante su paso por Mar del Plata su inquietud por el pasado deArroyo al recordar sus antecedentes como funcionario de la dictadura, mientras que Margarita Stolbizer, postulante de Progresistas, advirtió durante una visita al distrito que “Arroyo es un riesgo de ir hacia atrás, hacia un pasado que no queremos”.
Por su parte, el candidato a intendente del Frente Renovador en Mar del Plata, Lucas Fiorini, retó a su rival a reaparecer en público para que exponga sus ideas y le recordó que es su“obligación” someter su figura y su pensamiento a la consideración de una “ciudadanía que tiene derecho a estar informada”.