El ministro del interior de Francia, Bernard Cazeneuve, confirmó la muerte ayer en Saint Denis de Abdelhamid Abaaoud, presunto autor intelectual de los atentados del viernes 13 de noviembre en París, en una breve comunicación a la presna que fue transmitida en directo hoy por el canal France 24.
Durante su exposición, Cazeneuve criticó el sistema de seguridad europeo, que, dijo, no informó a Francia que Aabaoud había retornado a Europa tras su estadía en Siria.
En consecuencia, el ministro francés instó a fortalecer la coordinación en seguridad de «la Europa que amamos y hemos construido», que, al igual que «la República» (francesa) debe «ponerlo todo para combatir el terrorismo».
La comunicación del ministro siguió al informe de la Procuración (fiscalía) General de Francia de que Abaaoud murió durante la batida de ayer en el suburbio parisino de Saint Denis, y a la prolongación por tres meses del estado de sitio por el Parlamento francés.
El ministro del Interior de Francia agregó además que su país había solicitado hace un año y medio las medidas de control de los desplazamientos aéreos que después de los atentados volvió a llevar a primer plano en el debate europeo, pero su trámite era muy lento.
«La cooperación en la lucha antiterrorista es vital», declaró, y agregó: «Llamo desde París, entonces, a una toma colectiva de conciencia de todos los ministros europeos que se reunirán mañana en Bruselas.»
«Es el mensaje que llevaré a Bruselas mañana», concluyó.
Seis días después de los atentados del viernes 13 de noviembre, hay ocho personas detenidas después de haber sido arrestadas el miércoles por la mañana durante una operación de gran amplitud en Saint Denis. Otras dos murieron durante el asalto, incluido Abdelhamid Abaaoud, consignó la fiscalía, según informaron los medios franceses.
El cuerpo de Aaboud fue identificado por las huellas digitales.
Entretanto, la Asamblea Nacional aprobó por mayoría abrumadora de 551 votos contra 6 la prolongación por tres meses del estado de urgencia (sitio) solicitada por el gobierno nacional.
La iniciativa aprobada prolonga el estado de emergencia durante tres meses a partir del próximo 26 de noviembre, fecha en la que expira el decreto suscrito el pasado sábado a las 00.00 hora local (23.00 GMT del viernes) para «el territorio metropolitano y Córcega».
Durante el sábado, se amplió a territorios de ultramar «por una necesidad de coherencia y de refuerzo del dispositivo de seguridad».
El proyecto de ley, que modifica el texto en vigor desde 1955 y refuerza la eficacia de sus disposiciones, fue respaldado por 551 diputados a favor, seis en contra y una abstención.
Los seis votos en contra fueron de tres diputados socialistas y otros tres ecologistas, y la abstención partió también del lado socialista (en el Gobierno), precisaron a la agencia de noticias EFE fuentes de la Asamblea.
El texto incluye además la autorización a los policías de portar armas fuera de su horario de trabajo, un mayor control de la prensa (podría instaurar la censura) y de Internet, y se estima que el Senado lo aprobará mañana sin necesidad de ninguna relectura ulterior.
Por su parte, el primer ministro francés, Manuel Valls, felicitó a los servicios de inteligencia y la policía por su «desempeño excepcional» en la «neutralización» de «uno de los cerebros» del atentado que dejó 129 muertos y más de 300 heridos.
Los investigadores siguen tras la pista de Salah Abdeslam, de 26 años, uno de los sospechosos.
Previamente, y como una muestra del clima que vive hoy el país, el primer ministro de Francia, el socialista Manuel Valls, advirtió hoy del «riesgo» de la utilización de «armas químicas y bacteriológicas» en futuros atentados.
«Actualmente no hay que excluir nada. Lo digo con todas las precauciones que se imponen, pero lo sabemos y lo tenemos en cuenta: puede haber riesgo de armas químicas y bacteriológicas», reconoció el jefe del Gobierno francés ante la Asamblea Nacional.
Valls se dirigió a los diputados para que validen la prolongación y el refuerzo del estado de emergencia -equivalente al estado de sitio en Argentina- durante tres meses, una proposición que mañana deberá ser refrendada por el Senado.
«Estamos en guerra. No en una guerra a la que la historia nos ha acostumbrado trágicamente. Una nueva guerra, exterior e interior, en la que el terror es el primer objetivo y el primer arma», agregó el premier, quien enumeró los atentados que ha sufrido Francia en el último año, desde el ataque a la revista Charlie Hebdo y a un supermercado judío en enero, donde hubo 17 víctimas mortales, a los del pasado viernes en París, donde murieron 129 personas, y otras tentativas extremistas como la acción en agosto contra un tren Thalys que viajaba de Amsterdam a París.
«Es una guerra en la que el frente de combate se desplaza constantemente y está en el corazón de nuestra vida cotidiana», agregó Valls, que la describió como «una guerra planificada y llevada a cabo por un ejército de criminales».
El primer ministro francés agregó que la «novedad es la forma de operar -la de atacar, de matar- que evoluciona sin cesar», dijo.
«La macabra imaginación de los que dan las órdenes no tiene límites: fusil de asalto, decapitación, bombas humanas, armas blancas… o todo a la vez, perpetrados por individuos, comandos particularmente organizados», declaró Valls.
Desde que se instauró el estado de emergencia los allanamientos policiales se multiplicaron y se realizan en su mayoría por la noche o la madrugada.
Entre la noche del viernes hasta el miércoles por la mañana, la policía francesa realizó 414 allanamientos y detuvo provisionalmente a 64 personas, se requisaron 74 armas (11 de guerra), según un balance del Ministerio del Interior, que aclaró que no todos los allanamientos están relacionados con los atentados del 13 de noviembre.
«Cada atentado es seguido de un arsenal legislativo que no otorga resultados satisfactorios. Existe el riesgo de que el estado de emergencia se transforme en la regla. Esta carrera constante hacia la represión puede ser mortal para la democracia», lamentó ayer la jurista Mirelle Delmas-Marty en el diario Le Monde.