A casi dos años de la brutal represión en el Hospital Borda por parte de la Policía Metropolitana, pacientes y trabajadores de ese centro de salud renovaron el pedido de justicia.
A poco de cumplirse dos años de la violenta represión llevada a cabo por la Policía Metropolitana el 26 de abril de 2013 en el Hospital Borda, pacientes y trabajadores de ese centro de salud renovaron el pedido de justicia y exigieron que sean procesados los autores materiales de la represión así también como las autoridades del gobierno porteño que dieron la orden de realizarla.
Cabe destacar, que en febrero de este año la Justicia porteña confirmó el sobreseimiento del jefe de gobierno Mauricio Macri y la vicejefa, María Eugenia Vidal, junto a otros funcionarios del Ejecutivo local.
El presidente de la Asociación de Profesionales del Borda, Gabriel Cavia, criticó que «el gobierno de Mauricio Macri está blindado por la justicia y por algunos medios de comunicación» al indicar que por la represión sucedida el 26 de abril de 2013 «hay seis trabajadores procesados y han sobreseído a todos los responsables de la agresión sufrida aquí, por eso queremos justicia».
Asimismo, Cavia recordó que los trabajadores presentaron un amparo «que sigue vigente y que tiene siete sentencias favorables para obligar al gobierno porteño a arreglar las instalaciones, sin embargo lo que hace es un arreglo cosmético y no va a las problemáticas de base que tiene el hospital. No se puede gastar más de 11 millones de pesos en un portón cuando no hay clínica médica y el servicio de cirugía todavía no está terminado«.
Además, legisladores porteños presentaron «un proyecto de reconstrucción del Taller Protegido 19 que es el taller que se demolió hace dos años luego de la brutal represión ejercida por la policía Metropolitana», anunció el diputado por Seamos Libres, Pablo Ferreyra, en diálogo con Agencia Télam.
En la madrugada del 26 de abril de 2013 efectivos de la Policía Metropolitana entraron al Neuropsiquiatrico José Borda rompiendo uno de los portones traseros y montaron un fuerte operativo que tenía como fin proteger la demolición del Taller Protegido 19, pese a que había una medida cautelar que impedía la destrucción del lugar.
Trabajadores de la salud venían denunciando meses antes las intenciones del gobierno porteño de demolerlo e incluso evitaron en varias oportunidades el ingreso de las maquinas para poder llevar adelante esa acción.
Esa mañana, con el operativo policial montado los trabajadores de la salud y médicos del hospital, buscaron ingresar al sector donde ya habían comenzado las tareas de demolición y fueron fuertemente reprimidos por los efectivos de la Metropolitana junto con legisladores y periodistas.
Al menos 20 civiles fueron hospitalizados por golpes de cachiporras, perdigones de goma, gas pimienta y patadas por la represión, mientras que hubo 17 agentes heridos y ocho detenidos, entre ellos un fotógrafo.