Barack Obama y Raúl Castro anunciaron al unísono un acuerdo que incluye la apertura de embajadas diplomáticas, la incorporación de Cuba en la próxima Cumbre de las Américas, el retiro de la isla de la lista de países acusados por Estados Unidos de promover el terrorismo y la devolución mutua de presos acusados de espionaje. Esto produjo un gran impacto continental.
Dentro de Cuba el anunció se percibió como un gran triunfo del pueblo cubano a que se les permita llevar adelante sus propias decisiones, expresó Juliana Marino, embajadora argentina en la isla.
Además detallo que en los últimos años se vienen produciendo cambios importantes en la isla en términos económicos y de apertura y señalo que la población cubana recibió esta novedad más como un triunfo del propio país y con un gran reconocimiento a la posición del presidente Obama.
Castro leyó su discurso con un retrato de José Martí detrás y expresó: “Ahora llevamos adelante, pese a las dificultades, la actualización de nuestro modelo económico para construir un socialismo próspero y sostenible”. A su vez agradeció al Vaticano y al Papa y dijo que se acordó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con EEUU.